Además de poder ser utilizado como herramienta de autenticación en sistemas de organismos públicos y corporativos, el SAFR utiliza reconocimiento facial e inteligencia artificial para analizar y comprender datos a partir de fotos y vídeos obtenidos para rastrear sospechosos, identificar comportamientos dudosos, predecir crímenes, reconocer placas de coches y buscar vehículos robados en tiempo real, rastrear coches sin placas, proteger fronteras, verificar identidad de pasajeros en aeropuertos, monitorear movimientos de ciudadanos o aún garantizar la seguridad en protestas.
A través de cámaras de vigilancia de calles, centros comerciales, transporte público, etc., es posible coordinar operaciones de servicios de emergencia y emitir comunicados de acciones preventivas y socorristas evitando o minimizando los impactos de desastres naturales e incidentes tecnológicos.